miércoles, 16 de julio de 2014

Lost y el niño

Queremos compartir una historia que leí hace un tiempo, y con la que hace unos días me volví a encontrar. No queremos decir mucho más... mejor dejar que la historia hable por sí sola...


"Hoy he tenido que bajar a un pueblo costero, cerca de Barcelona, para buscar unas localizaciones que me gustaran para una sesión fotográfica con un amigo que toca el Saxofón.

Como me dormí y no me dio tiempo a sacar a pasear a mi perro Lost por la montaña, decidí que me acompañara, matando así dos pájaros de un tiro.

Cuando llegué al pueblo, aparqué el coche, y Lost y yo nos dirigimos al paseo marítimo. Como la gran mayoría de los paseos marítimos a las siete de la tarde, estaba bastante concurrido: personas corriendo; gente paseando, en bici, skaters; otros perros… Todo eran estímulos para Lost, que tenía la intención de no perderse ni uno.


En uno de esos momentos en los que yo reconocía el entorno para encontrar los mejores lugares para la sesión de fotos, escuché llegar a dos niños corriendo. Uno de ellos, sin querer, le dio un empujón a mi perro, que, como no se lo esperaba, se asustó y se sintió agredido, por lo que soltó una dentellada al aire. Aunque un perro nunca haya mordido a una persona, su defensa ante una situación que pueda representar peligro para él, podría ser girarse, gruñir e incluso llegar a utilizar su boca, pero por suerte, esta vez, el tema solo quedó en un susto para todos.

Detrás de mí apareció la madre del niño. Pensé que llegaba el momento de los problemas, que me diría cosas como: tu perro ha querido morder a mi hijo, lo tienes que llevar con bozal, etc. Sin embargo, cogió a su hijo del brazo y se acercaron hacia donde, atónitos, nos habíamos quedado Lost y yo…

Para ser sincero, me esperaba lo peor… pero cuál no sería mi sorpresa cuando la madre le pidió al niño que se disculpara con mi perro, por haberlo asustado, y que también se disculpara conmigo. Yo no daba crédito a lo que estaba sucediendo y no pude decir una palabra. Una vez el niño se hubo disculpado, pude restarle importancia al asunto y cada uno continuamos nuestro camino.

Más tarde, en casa, recapacitando sobre lo sucedido, debo decir que me agradó la actitud de la madre ante aquella situación porque, normalmente, cualquier intento o mordida de un perro, es entendido por la sociedad como una agresión de la que culpan al animal, sin molestarse en analizar el por qué de situación concreta. Y en este caso la reacción de Lost fue defensiva.

Me sorprendió gratamente que la mujer fuese capaz de entender el comportamiento del perro y comprender que el animal se asustara, haciendo ver a su hijo que, aunque sea sin querer, podemos molestar a alguien y debemos ser amables y disculparnos. Además, el hecho de pedir al pequeño que se dirigiera de forma directa a Lost para disculparse ante él, me demostró que siente respeto por los animales y que también está transmitiendo ese respeto a su hijo, algo que, sin duda, conseguirá que a través del ejemplo las nuevas generaciones respeten a los animales de forma natural.

Para mí, lo sucedido representó un excelente final de día, ¿significará también que, por fin, caminamos hacia un mundo más amable?."


Texto original: Sobrino de Murphy/ Correcciones: Amelia Cobos

Articulo de "senderimo con mi perro" (si os pasáis por el enlace podréis ver una foto preciosa del perro protagonista de la historia (o al menos eso me ha parecido a mi!)).


A veces es cuestión de tener cuidado (como haríamos con el resto de personas), y otras de prestar atención al lenguaje canino. En el próximo post, os compartiremos una imagen que nos puede ayudar un poquito más con esto último!.

 



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