domingo, 26 de marzo de 2017

Excusión rápida por Salamanca y Cáceres

El verano pasado os decía que me estaban llevando a hacer algunas escapadas y que ya os contaría pero el tiempo pasaba y Henar no descargaba las fotos, así que ahora que lo ha hecho, empiezo a contaros una de las escapadas que hicimos.


Primero, prepararon todas las cosas y a mi eso me pone un poco nervioso porque no se si me van a llevar o no; hasta que cogen mi bebedero, mi plato, mi comida y más cositas mías que entonces ya se que sí! qué yo también me voy de viaje!


Después de un rato en la furgo, porque ahora las escapadas las hacemos en furgo y me encanta!! tengo mucho sitio para tumbarme y si estiro bien el cuello puedo quedarme cerca de ellos jeje

Pues eso que después de un rato en furgoneta, de cuestas y muchas curvas, aparcaron y yo salí muy contento y emocionado ¡no puedo evitarlo! Estuvimos dando un pequeño paseo por el Santuario de la Peña de Francia y entonces entendí porque subíamos tantas cuestas... ¡estábamos casi en el cielo!


No os creáis que me soltaron mucho, soy un poco inconsciente a veces y cuando estoy tan nervioso, soy impredecible... así que aunque me fastidiara, yo creo que hicieron bien.


Desde allí se veían unos paisajes preciosos y yo no hacía más que asomarme y pensar en las carreras que podría pegarme por esos caminos!!



Por suerte debieron de leerme el pensamiento porque cuando terminamos de dar un paseo por allí, cogimos la furgo y nos fuimos a buscar un sitio donde empezar una ruta por la Peña de Francia. Hacía mucho calor, pero llevaban agua y me iban refrescando, (recordad que es importante hidratarnos bien siempre, pero sobre todo cuando hace calor, aunque no bebamos mucha agua (pues sería malo) si nos refrescamos la boca y vosotros nos podéis refrescar algunas zonas del cuerpo).


Después del paseo mañanero y de la comida, nos relajamos un poco y por la tarde con energía renovadas, fuimos a un pueblo llamado La Alberca, es precioso!! tiene calles muy estrechas, mucha piedra y mucha naturaleza, pero hubo algo que me descolocó, y es que ¡menudo susto me llevé!, vamos que no es difícil que yo me asuste, ya os conté que soy miedoso, pues con esto si que tenía razones para asustarme... resulta que íbamos paseando por el pueblo, yo iba muy pendiente de todo, olores, ruidos, gente y de repente...


¿Qué es eso? ¡me está mirando! pero no se mueve... ¿me puede comer? empecé a ladrarle sin parar, la gente empezó a mirarme y Nacho y Henar se debatían entre reírse y encontrar la forma de que me relajara... Poco a poco ya han descubierto que si me arrimo a lo que me da miedo mientras ellos me acompañan, con paciencia y amor... puedo llegar a tolerarlo digamos... y así fue.




Pero vamos que yo estaba deseando marcharme y alejarme de ese cerdo de piedra (eso me dijeron que era), porque una cosa es dejar de ladrarlo y otra querer tenerlo cerca...


Después del susto, nos volvimos a la furgo a descansar y menos mal... porque no tenía yo el cuerpo ya para mucha fiesta entre el viaje, los paseos y el sustazo!!

Al día siguiente ya se me había olvidado todo, y sólo quería seguir explorando y corriendo!! Así que un poco de camino en la furgo y nueva ruta... ayyyy qué feliz sería corriendo sin parar por estos paisajes!!


Henar empezó a pararse para hacer fotos y probar cosas con la cámara y yo tenía que estar dando la vuelta a cada rato para tenerla controlada... ¡estos humanos! aunque la verdad es que como siempre me saca tan guapo, no me enfado con ella.


Después, siguiendo con las cosas de humanos, se pararon a hacerse mil fotos, una y otra vez, y claro yo no entendía nada, y no sabía si tenía que ir o venir... ¡un lío! 



Y después llegó el problema... ¿dónde estamos? ¿cómo volvemos?



Jajajaja ¡que no! ¡que es broma! (ya voy yo cogiendo el truco a esto de hacer bromas...) no se qué estaría haciendo Nacho pero estaba todo controlado. Y sino, siempre puede uno darse la vuelta y hacer el camino al revés... (espero que eso funcione si algún día nos perdemos...jjj)


Y después, a comer, descansar un poco (aunque quizá fue un mucho porque luego casi nos cierran, pero ahora voy a ello), y coger de nuevo la furgo. Esta vez fuimos a un sitio llamado Granadilla, para eso tuvimos que hacer un viaje largo (a mi me pareció largo al menos), con muchas curvas y según Henar carreteras muuuuy estrechas. La pobre iba un poco nerviosa, decía todo el rato que la furgoneta no cabía en esas carreteras, pero Nacho se reía, así que no se si era una cosa o la otra; aunque hubo un trozo en el que Nacho reconoció que íbamos un poco "justos", no tengo muy claro lo que significa pero igual vosotros lo entendéis.

Al final llegamos, era un pueblo muy bonito, "es una antigua villa amurallada de origen feudal" que ahora se está rehabilitando y la verdad que está quedando muy bien, al menos se parece a un pueblo donde vive gente y eso. Yo tuve que ir atado todo el tiempo porque había más gente, así que salgo en pocas fotos, sólo en esta:


Me he ampliado un poco porque sino seguro que no me véis jeje

Había una torre a la que se podía subir, pero cerraban las puertas de la muralla a una hora y nosotros llegamos tan justos que no nos dio tiempo a subir a verla, aunque como igual nos ponían alguna pega por ser yo un perro (y ser los humanos tan raros con esas cosas), pues quizá tampoco habría servido de nada llegar antes (al menos eso dijo Henar).


Y esta fue nuestra pequeña excursión, con anécdota graciosa incluida, vamos digo que es graciosa porque Henar y Nacho se partían de risa, pero yo os aseguro que no me reí ni un poquito al ver al cerdo de piedra aquel en mitad de la plaza. Y es que ahora que lo pienso, cosas de humanos será, pero en las plazas me estoy dando cuenta que les gusta poner figuras de piedra... a veces son gente, otras veces cerdos... ¡quién les entenderá!


Si estáis planeando escapada, espero que esto os sirva de idea! Yo disfruté un montón y mis dueños también!


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...